Luis de Carvajal El Mozo, era un joven instruido y de gran habilidad para los idiomas. Sus manuscritos están escritos en cuatro lenguas diferentes: español antiguo, portugués, latín y hebreo. El equipo de la BNAH liderado por el Dr. Baltazar Brito, desde México, y el investigador del CSIC, el Dr. Javier Castaño, desde España, han logrado su paleografía completa.
De los tres libros, el primero, sus Memorias, fue anteriormente paleografiado en su mayoría por Alfonso Toro en 1944, aunque lamentablemente no pudo ser confrontado ni por él mismo con el original, debido a la desaparición de los tres libros en el año 1932 del Archivo General de la Nación de México, lugar donde se conservan todos los expedientes de la Inquisición en la época de la Nueva España. Tras el regreso a México de los documentos en 2016, el equipo de la BNAH de México, liderado por su director, el Dr. Baltazar Brito, realizó la transcripción paleográfica de los tres documentos completos, los dos religiosos totalmente inéditos. Según comentaba el propio Dr. Brito, “fueron unos documentos complicados de trabajar por estar escritos en varios idiomas, utilizando además muchas abreviaturas y con diferentes tipos de letra, una más cuidada que la otra porque, al parecer, no tenía las condiciones adecuadas para escribir”.
Tras el importante trabajo desarrollado por el equipo de la BNAH y de los descubrimientos de la Dra. Alicia Gojman, al identificar el significado de las tablas que quedaron sin trascribir en el tercer manuscrito, se hizo necesario recurrir a un tercer experto en la materia para revisar y unificar todos los hallazgos y trabajos previos. En este caso, fue el Dr. Javier Castaño, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, doctor en historia y licenciado en filología hebrea, quien culminó el trabajo con su importante aportación técnica y revisión completa de los tres manuscritos.