Luis de Carvajal El Mozo, en uno de sus viajes a Ciudad de México, poco después de la muerte de su padre, se paró ante un lugar donde un párroco vendía libros religiosos. Allí encontró una vieja biblia, se quedó pensativo y finalmente decidió adquirirla por la cantidad de seis pesos. Fue un hecho clave en la formación del joven Carvajal, porque en ese ejemplar, descubriría su verdadera devoción religiosa. Será el libro que le acompañará en todas sus andanzas y donde descubrirá los pasajes que marcaran su futuro y el de la familia.
Fariñas ha querido representar este momento, por la importancia trascendental que tiene para El Mozo, quien en sus Memorias, hace referencia ya en el primer folio, diciendo: cuya lección asidua en aquella soledad vino a conocer muchos de los divinos misterios.